Él era más de volar,
ella de no ahogarse.
Él era más de gritar,
y ella de ahogarlo todo
en un suspiro.
Él era más de correr,
ella de no caerse.
Él era de subir,
ella de tirarse al vacío,
porque era vacío.
O porque esperaba que
él estuviera evitando la
caída.
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