Parece como si, por unos segundos mi mente no guiara todas estas palabras
y escribiera el corazón. ¿Qué te parece querido desconocido? Porque puedo llamarte así, ¿no?
Sangrar sobre el papel sueños y deseos, (tú me entiendes), mancharlos de lágrimas y secarlos con sonrisas. Quizás necesite un par de cajas de pañuelos desechables para terminar el día. Porque te hablo a ti, pero a la vez me hablo a mí misma. Supongo que me entiendes.
¿Alguna vez te has levantado con un sueño y las ganas de cumplirlo? Yo siempre me lo recuerdo.
¿Alguna vez has sentido tanto una canción que has entendido hasta sus comas? ¿Sientes el olor a tostadas que hay desde la cocina? ¿Has disfrutado de algo más cómodo que los silencios?
Es un placer, ¿no te parece? Deberíamos actuar sin pensar, porque darle la vuelta a las cosas puede llegar a hacernos perder oportunidades muy valiosas. Y la vida es corta para perderlas, y poca para todo lo que tengo que escribir.
Por hoy la carta, o como quieras llamarlo es breve. Pero que sepas que es sólo el comienzo.
Ahora te escribo a ti, o a mí. No sé. Estoy perdida, sigo perdida, y me encanta.
Porque no te conozco, ¿no? bah, da igual querido desconocido, la suerte ya está echada. Un placer.
Con cariño: otra desconocida, (o puede que no tanto).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar huella aquí