octubre 21, 2013

Somos piezas de un puzzle. Complementamos con otra, 
otra pieza tiene lo que nos falta a nosotros,
y nosotros tenemos lo que a esa pieza le falta. 
Podríamos hablar de 'una media naranja'. 
O mejor solo llamarlo 'piezas desperdigadas que 
no sabe cuál es su lugar'.
El problema es que todas estas piezas somos nosotros.
Estamos desperdigados, y, desordenadas, 
como al principio de un puzzle. 
Nos falta buscar y dar con la pieza ideal para nosotros.
De nosotros depende, terminar el puzzle o dejarlo incompleto,
para siempre.

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