diciembre 01, 2013

aunque la mariposa recordará por siempre que fue gusano

Que ya sé que no sé nada de la vida. Pero sé que ya no es necesario que lea la vida entre-líneas, ni que me tape los ojos, que ya no es necesario que me cubra con las mil corazas que luego han acabado rotas y hechas pedazos por el suelo. 
Sé que si me rompo, me romperé. Yo. Pero supongo que esa es la única manera más bonita de romperse. A cara descubierta. Con el pecho abierto pared a pared.
Que no sé si me entiendes. 
No puedo perder mis ganas de confiar, ni de sonreír. No puedo perder las ganas por nada. Porque todo esto va así. 
Golpes, habrán muchos, a lo largo de nuestra vida, a lo largo de mi vida. Pero qué más da. Al fin y al cabo siempre, siempre podré escribir sobre ellos. Porque sinceramente, no se necesita un día gris y lluvioso para hablar sobre un amargo día, ni siquiera un pasado terrible. No sé si me entiendes.
Como por ejemplo, ahora, que escribo frente a la ventana, hace un sol precioso, pero un frío que duele (y que lo puedo notar incluso teniendo las ventanas cerradas) y bueno, escuchando Bruno Mars de fondo.
Que no sé escribir según qué cosas, sabes que empiezo con una manera y acabo de otra, que cambio hasta los tiempos verbales y que (quizá alguna que otra vez) me haya ido por otras ramas.
Pero sabes (o eso quiero creer) que aunque no esté todo en orden sabes que soy yo. Que son mis cosas internas, o qué sé yo cómo llamar a eso. Tampoco sé escribir sobre ellas. Pero que son yo. Yo.
Me he encontrado arrinconada, allí, justamente allí. Al final tuve que llamarme con voz dulce y tenderme la mano para ayudarme a salir, yo sola.
Creo que tras varios intentos fallidos al final logré cogerme la mano y salir de allí aún con un temblor que me recorría entera.
Supongo que no nacemos con mitades perdidas, que no estamos incompletos y que no necesitamos deber a nadie que nos rescaten de precipicios. Que somos nosotros solos. Aunque también puedo equivocarme. 
Nosotros somos nuestros propios villanos, nuestras propias damiselas en apuros buscando salvación.
Que ya es hora de que cojamos nuestra capa y salgamos. No sé.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por dejar huella aquí