Parece que sobre estas horas, (sobretodo de un domingo) es cuando más piensas y más te prometes cosas.
¿De qué nos sirve si nos vamos a fallar?
Nos decimos a nosotros mismos, que tenemos que cambiar a mejor, que quizás hay algo en nosotros que no encaja y por eso las cosas nos van como nos van.
Nos prometemos sonrisas cada segundo al día, y llorar solamente cuando hayan razones bonitas. Nos prometemos dirigir mejor nuestra vida, no tropezar ni quedarnos perdidos por el camino, nos prometemos ir directos.
También nos decimos a nosotros mismos que cuando comience la semana empezaremos a organizarnos mejor, a llevar un día a día sin agobios y a sonreírle a la rutina. A no ponerle malas caras a un lunes y a aprovechar un viernes por la noche, un sábado y un domingo como nunca lo hemos hecho.
Pero claro, mejor dejamos las cosas para mañana, por lo que pueda pasar. Por si el mundo se acabase y nos pillase con las cosas ya planeadas que no servirían para nada.
21:45
Me he vuelto a fallar.
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